El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el cual las personas, a pesar de tener logros y habilidades evidentes, sienten que son fraudulentas o que no merecen el éxito que han alcanzado. Es como una voz interna crítica que hace que las personas cuestionen constantemente sus propias destrezas y éxitos, sintiéndose como si fueran impostores que no merecen el éxito que han alcanzado. Aunque existan pruebas tangibles de su competencia, como diplomas, reconocimientos o elogios, siguen sintiendo que en realidad son incompetentes y que en cualquier momento serán descubiertos como fraudes. Es como vivir con una sensación persistente de inseguridad y autodesvalorización, sin evidencias externas que demuestran lo contrario
Pueden experimentar sentimientos de inseguridad, miedo a ser descubiertos como incompetentes y una constante sensación de que están engañando a los demás respecto a sus capacidades. Vive con un miedo continuo a que “se den cuenta de que no son lo que creen”, especialmente aquellas personas a las que consideran figuras de autoridad o aquellas en las que han generado confianza, que creen en sus conocimientos o preparación.
Este síndrome puede afectar a personas de todos los ámbitos y en todas las facetas de la vida, desde estudiantes hasta profesionales experimentados. A menudo está relacionado con la autoestima y la autoconfianza, y puede ser más común en personas que son perfeccionistas o que tienen altas expectativas sobre sí mismas, por lo que creen que el resto también esperaban de ellas lo mismo y pueden sentirse defraudadas.
Es importante destacar que el síndrome del impostor no está relacionado con la falta de habilidades o logros reales; más bien, es una cuestión de percepción distorsionada de uno mismo. Muchas personas exitosas han admitido haber experimentado este fenómeno en algún momento de sus vidas.
Además de haberte sentido identificado con todo lo expuesto, te detallo una serie de síntomas que están presentes cuando se padece este síndrome:
- Sentir que tus logros se deben principalmente a la suerte y no a tus capacidades.
- Basar tu autoestima en tu percepción de tus habilidades.
- Sentir la necesidad de ser perfecto para producir un trabajo satisfactorio.
- Sacrificar tu bienestar personal por el trabajo.
- Dudar de tus habilidades y creer que no mereces tus logros.
- Sentirte solo o necesitar aislarte para ocultar tu «secreto».
- Experimentar deterioro de la salud mental debido al exceso de trabajo y el agotamiento.
- Temer que alguien descubra que no eres tan competente como aparentas, incluso sin evidencia de ello.
Por otro lado, para poder tratar y superar este síndrome, se recomienda el reconocimiento y aceptación del síndrome del impostor; hablar sobre tus sentimientos con personas de confianza, ya que ello puede desmitificar el síndrome del impostor y ofrecer perspectivas externas; desafiar los pensamientos negativos y cuestionar los autodestructivos; reconocer tus habilidades y esfuerzos como legítimos; establecer metas realistas y ajustar las expectativas para que sean alcanzables; celebrar los logros y aprender a reconocer tus éxitos y, evidentemente, buscar apoyo profesional para desarrollar estrategias específicas para superarlo.